Los nutricionistas abogan por el consumo de mariscos. No en vano, atesoran gran cantidad de elementos que conllevan multitud de ventajas para nuestra salud. Sin ir más lejos, son varios los estudios que recomiendan su ingesta habitual, puesto que cubren, al menos, el 80% de las necesidades nutricionales tengamos la edad que tengamos. Y, por si fuera poco, resultan muy interesantes para cualquier persona que necesite perder peso, ya que contienen poca grasa y su aporte calórico es escaso. ¡Pero sus utilidades van mucho más allá! Un ejemplo sería su capacidad para aumentar la masa muscular, así como la relevancia de su papel a fin de aplicar programas de reeducación alimentaria. Y, según sus diferentes tipos, pueden ayudar en patologías tales como los trastornos del oído, el alcoholismo y la infertilidad, entre otras.